Invierno 2009
INVIERNO 2009 - (Por Delia Coronel) Está tan triste la ciudad, que se me dió por verla de esta manera. Las personas no caminan, tropiezan con su soledad y su miedo. Mi ciudad se ha transformado en una ronda callada de personas que caminan con miedo. Las plazas se ven vacías de niños. Estas son surcadas con pasos rápidos, mirando hacia los lados con desconfianza. Parecemos perseguidos por fantasmas corporizados. No se trata de un sueño. Es la triste realidad del invierno en Tucumán. Necesitamos el calor de nuestro verano asfixiante, para dar calor al cuerpo nuestro, temeroso del virus de influenza h1, n1 o como quiera llamarse. No respeta estratos sociales. Hicimos frente a muchas cosas. Hoy no estamos preparados para los fantasmas que se cuelan por nuestras puertas y ventanas. Esos que galopan en nuestras pobres personas. Algunos nos preguntamos si detrás está un mal actor, revolviendo esos títeres grises, para que como críos temertosos, nos escondamos y vivamos en silencio. Eso tambié