Tus cartas.
Hoy me llegó tu carta,
llenita de dolor,
se inundó mi alma
de un fuerte calor.
Era tu letra sincera
buscando mi corazón
de todo lo que te había dado
y nada me quede yo.
Pero aquí voy de nuevo
con este sentimiento firme
dejando mis huesos
junto a mis raíces.
Hoy recibí tu carta,
deseo que te alegres,
acariciaré tus penas
con mis besos solamente.
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