Un orangután bebé está luchando por vivir luego de pasar sus primeros diez meses de vida encerrado en un gallinero, alimentado sólo con leche condensada, lo que le provocó un deterioro casi imposible de soportar. Sus imágenes recorrieron el mundo, en medios de varios países y en las redes sociales. Ahora veterinarios de una organización del Reino Unido lo están cuidando para que recupere su salud, mientras que mucha gente también aportó donaciones que alcanzaron las 20.000 libras.
El animal se llama Budi y se encontraba en una casa en Borneo, Indonesia, y había sido comprado por una familia que lo tenía como mascota, pero al ver que el orangután casi no se movía ni hacía nada, decidieron regalarlo y por eso llamaron a las autoridades para entregar al bebé. "Budi fue mantenido en una jaula para pollos por su dueño y fue alimentado nada más que con leche condensada. Durante ese tiempo la dueña no le dio un solo bocado de alimento sólido por temor a que lo enfermara" informaron los rescatistas.
La leche no le proporcionó prácticamente ningún alimento a Budi, haciendo que sus huesos se deformaran. Los veterinarios de la asociación que lograron rescatarlo lo alimentaron cuando estaba al borde de la muerte. Su pequeño cuerpo estaba hinchado. Budi era completamente incapaz de moverse o incluso sentarse por sí mismo, cuando a su edad debería ser lo suficientemente fuerte para subir y trepar a los árboles. En vez de eso, el animal era tan indefenso como un bebé recién nacido.
El pequeño orangután tiene la edad suficiente para escalar en los árboles, pero en este momento sólo puede sentarse períodos cortos, y no puede mover completamente sus brazos o piernas. “Sin embargo, con una buena nutrición, suplementos y terapia del equipo médico, esperamos que siga mejorando”.
Comentarios