Iohaman Paúo:
Una distensión tenía en mi cabeza,
Una donde no podía, una que no permitía entrelazar los momentos de belleza con los sentires que se hacían realidad; Confusión apaciguante de los esmeros, de las búsquedas intensas de mi humana intimidad. No lograba precisar, tan siquiera sospechar acerca de los absurdos donde se inmolaban mis ánimos y mis discursos metódicos sobre el espíritu y la razón. Dirigíanse raudos; soberbios los placeres entregabanse, rendíanse ante mi puerta; Mas al tomar la divina ofrenda,... |
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