La última vez

Tantos hechos son la parte del último eslabón que hemos transitado en la vida.
¿Conocemos cuando es la última vez?
Pintado estaba en mi alma, desde que lo concí. Se lo dije. Pero jamás lo entendió. O tal vez lo convencí de que sería así.
Un gesto, simple , mecánico de colocarse los zapatos me iluminó la cabeza. Se iba. Ya la vida sería un antes y un después.
Fin.
Cuanto odié por muchos años esa palabrita de tres letras.
Si recuerdo. Será tal vez el recuerdo final cuando me vaya de aquí. Volaré por el mundo y el repiqueteo de ese moemnto me calará hasta lo más profundo.
Se llevó todo de mi, más que la muerte misma: El amor, el hijo, la casa, todo. Apenas me quedó el aliento para seguir transcurriendo la vida y un poco de cordura para que quienes me aman, no enloquecieran conmigo.
Si locura con fin.
Mezcla de adiós y comienzo. Esto no es más que un segundo acto de una vida inconclusa.
Pero todo fue en mi alma: desgarrada, herida, fracturada en mil pedazos y hecha de momentos. También de una risa que creí segura.
¿Sólo percibi, en mi amor loco, todo ese potencial de vida? ¿Fue una noche de verano eterno vestido de nubes de lluvia?
Muchos me miraron como a un ser de otro planeta. ¿De dónde saque promesas que nadie escuchó?
Se me escapó el alma con una cordura que creía concluyente. Me transformé en furía de locura que jamás vislumbré en mi.
Me pidió odiar. Si, ver a su ser como un eterno negativo. Hasta allí fui a defender su indefendible caso.
Me venció el tiempo. Me venció la historia y crecí.
Esculpí un mundo donde escondo mi mano cortada, mi corazón atrofiado, mi ojo de vidrio y mi sentimiento que me llevó a sentir.
SENTIR.
La última vez, un zapato que se acomoda distinto o igual. Allí se abrió mi mente hacia una verdad que me dibujó el fin.

Amanuense