Las maquinarias agrícolas desempeñan un papel fundamental en el trabajo del campo. Sólo quien vive en él conoce sus usos. No hablo solamente del trabajo diario. Digo sobre los sufrimientos que causan en la familia el adquirirlas y mantenerlas. Los costos son elevados, más de lo que se imaginan. Por ello, el uso diario de las mismas, afecta la vida de cada uno de los miembros de la familia. Los accidentes que causan, las mutilaciones sufridas y los largos días de estrecheces económicas, hasta que pueden cancelar las cuotas, hacen de ellas un capítulo aparte de riesgos y misterios. ¡La labor sigue!.

La cría de animales y sus cuidados llevan todo el tiempo en una granja. En ello colabora toda la familia: abuelos, padres, hijos, nietos. Nadie está fuera de la obligación de darles a cada uno su alimento.

Mi pueblo, Timbó Viejo, enclavado en las sierras de Medina, departamento Burruyacu, tiene paisajes maravillosos que la cámara no deja de tomar. Les muestro algunos.

En los pueblos tucumanos, las reuniones familiares siguen siendo un elemento vital entre los seres humanos. El afecto estructura la vida de cada uno. Recordar tiempos pasados hace de nosotros mejores personas. Las bromas, las palabras cariñosas y la ayuda, de unos a otros, produce bienestar general que dura muchos días. No importa la posición social que cada uno tenga en la vida particular. La mesa tendida bajo unos árboles suma afecto y vitalidad. ¡Bienvenidos a mi familia!

Las Cataratas abundan en verde y ríos caudalosos. El agua reina sobre esa dulce tierra argentina. Parece rendida al avance humano. Los animales autóctonos de la región están casi extinguidos. Es misión imposible observarlos a simple vista. Se cansaron de vender belleza natural y no terminan de hacerlo. Humanos hermanos, debemos respetar al hermano árbol, pez, ave, etc. Todas y cada una de las maravillas que cría la tierra deben ser cuidadas y finalizar la oscura depredación, de la cual todos somos responsables.

Misiones Roja sangre es tu tierra. Preñada de pinos para aserraderos. También del verde de tus yerbatales. En tu interior se dibujan casitas escasas y humildes, de trabajadores benditos, que besan tu suelo. Niños mestizos, vestidos de blanco nube, corren presurosos a sus escuela. Las Cataratas del Iguazú te hacen foco de atracción para todos los argentinos. Gracias Misiones por permitirme verte tal cual eres: bella y laboriosa.

La vulgaridad y la broma indecente ha tomado un lugar indeseable. El poner límite a ello, en un grupo de adultos, hace ver que el equivocado es quien solicita moderación. A pesar de ello, con respeto y cordialidad, pidamos cordura en estos momentos o nos retiremos. El respeto hacia el otro debe existir siempre.

Pequeñas niñas madres de la tierra misionera. Sus hijos llevan, en sus débiles brazos, como frutos maduros por caer. Exhibidos a cambio de monedas de poco valor. Niños, a veces, traficados como mercanías por seres de alma inmunda. Dios proteja a todos y cada uno de esos niños.

El esperar algo o alguién, hace del momento vivido algo insoportable. En cambio, para otros, son momentos valiosos para reflexionar.

Levanté la carta y leí su contenido. Decía así: _ "Señorita maestra, mi hija Yamil va a mejorar la dedicación a sus tareas . Tuvimos una larga charla. No sólo con ella, sino con sus hermanitos también, todos son mis hijos. Entendieron que su mamá, yo, me voy en poco tiempo. El cáncer avanzó. Al comienzo lloré mucho. Eso les afectó. Ahora lo ven como casi normal, pues saben que todos los seres vivos terminan su existencia,como Ud. le enseñó a Yamil. En un mes más o menos será mi partida. Mis niños quedarán en manos de una profesional para asimilar mejor lo que hablamos". Un abrazo. Mamá de Yamil.